Artículo escrito por Olga Bravo Luna
@bravoluna
Nuestra capacidad para generar ingresos comienza a mermar entre los 60 y 65 años de edad, hasta que, finalmente, llega el retiro. De acuerdo a las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, el promedio de sobrevida del retiro es de ¡20 años!, y va en aumento. Eso quiere decir que viviremos veinte años luego de dejar de trabajar; te has preguntado, ¿de qué vivirás cuando llegue el momento de la jubilación? Si no lo has hecho todavía, ¡no esperes más!
En esta y las sucesivas entregas brindaremos información sobre los pasos que te conducirán a un retiro libre de sobresaltos económicos.
Comencemos por el principio. Visualiza tu Jubilación.
Al igual que cualquier otra planificación, prepararse para el retiro comienza por visualizar la meta, en ese caso, nuestro retiro. ¿Qué quieres hacer durante los años de tu jubilación?, ¿dónde y cómo quieres vivir? Describe en detalle tu vida durante el retiro, sé concreto. Si incluyes viajes, por ejemplo, menciona la frecuencia y la distancia al destino de esos viajes, si necesitarás pagar el alojamiento y qué tipo de alojamiento desearías tener. Cuáles serían tus actividades diarias, qué tipo de apoyo requerirías – por ejemplo, a partir de cierta edad no será prudente conducir tu automóvil –, y a qué dedicarías tu tiempo – por ejemplo si piensas realizar trabajo voluntario o vincularte con algún hobby de forma seria.
Contar con una imagen de nuestro retiro nos permitirá identificar cuáles serán las acciones necesarias para llegar allá. Sé prudente con tu lista, es decir, incluye aquellas metas que puedas lograr, y, de preferencia, que no sean más de cuatro o cinco. Revisa tu lista varias veces. Cuando te sientas satisfecho con ella, calcula cuánto dinero necesitarás para alcanzar esos objetivos y ajusta la lista en relación con tu capacidad de pago.
Toma notas, haz dibujos o utiliza cualquier otra herramienta que te ayude. Visualiza y construye esa imagen que te permita realizar una estimación de tus necesidades de dinero.
Una vez construida la imagen de nuestro retiro estaremos listos para dar el siguiente paso: la evaluación del punto de partida.