Recientemente leí un artículo de Juan C Mejía (@JuanCMejiaLlano) titulado precisamente “El círculo virtuoso de las Redes Sociales: guía para crecer y vender en SocialMedia” me pareció que la analogía era sumamente interesante, lo que me motivó a investigar un poco más sobre el tema y compartirlo con ustedes.
En economía estudiamos un concepto fundamental para el bienestar de la sociedad llamado los círculos virtuosos del crecimiento. A través de estos se explica la dinámica que debe existir entre 5 variables de la economía, que la pueden encaminar hacia la senda del crecimiento sostenido: la inversión genera incrementos en los niveles de producción lo que exige una mayor demanda de mano de obra que se refleja en el crecimiento en el empleo. Un mayor nivel de empleo genera a su vez crecimiento del ingreso, vía sueldos y salarios, lo cual se transforma en un incremento del consumo y del ahorro lo que nuevamente dinamiza la inversión. El ciclo se sigue repitiendo en niveles de ingreso superiores, en una espiral de crecimiento sostenido como se muestra en el siguiente gráfico:
Figura Nro 1 .Círculo Virtuoso del Crecimiento Económico. Cálculos Propios
Si bien todas las variables son claves para que tenga lugar el círculo virtuoso, la es la inversión el factor de crecimiento del proceso.
Como fenómeno social, en las redes sociales podemos identificar que tiene lugar un proceso similar que permite a las marcas (empresas o personas) incorporarse en un espiral de crecimiento de su comunidad e influencia en los entornos sociales.
Las variables que considera el mencionado artículo son la Visualización (que me vean), Valoración (que me valoren), Conversión (que me compren), Recordación (que me recuerden) y Recomendación:
Fig. N°2. Círculo Virtuoso de las redes sociales. Fuente: Marketing Digital
Tal como en la economía el disparador del ciclo es la inversión, en las redes sociales es el valor que genero a mi comunidad. Éste es la clave para lograr la confianza y la recomendación. El valor se refleja en el contenido que genero, el cual varía según el entorno en el que se mueva mi marca, en este se incluye mi capacidad de interactuar, responder mensajes, atender inquietudes, aceptar recomendaciones, escuchar críticas y convertirlas en mejoras de mis procesos y productos.
En este proceso iremos escrudiñando en nuestra comunidad y conociendo más la persona detrás de la plataforma: ¿cómo es? ¿qué le gusta? ¿qué lo mueve? ¿qué necesita? Aquí está la clave para rentabilizar a la comunidad, de transformar a usuarios que habla de ti en individuos que comparte contigo.